Jesús – El Hijo de Dios
Hace ya más de 2000 años nació el Mesías en Jerusalén que en tan sólo tres años conmovió al mundo. Un Mesías como no ha habido ningún otro, uno que amo a los pecadores, que vino a salvar a aquellos que lo odiaban y escupieron, para acabar siendo crucificado por el amor que él les ofreció.
Jesucristo fue un avanzado para su tiempo en su manera de hablar y enseñar. Cada acto suyo fue radical e increíble al mismo tiempo.
Jesús ando sobre las aguas, sanó a los enfermos, y resucitó a los muertos como ningún otro profeta desde la creación del mundo. La historia recalca sus milagros y su poder como no ha hecho con ningún otro. Él fue un ser sobrenatural.
Sus suaves palmas fueron traspasadas por clavos, su cuerpo fue quebrantado como el pan, y su sangre fue entregada por los pecadores que no merecían misericordia. Este ha sido el sacrificio más grande de la historia, un sacrificio que cambió al mundo entero. Su invalorable e impecable amor también perdonó a los que lo mataron.
