Salmo 28 No te hagas el sordo, roca mía De David. A ti, Señor, te invoco; Roca mía, no seas sordo a mi voz; que, si no me escuchas, seré igual que los que bajan a la fosa. Escucha mi voz suplicante cuando te pido auxilio, cuando alzo las manos hacia tu santuario. No me… Seguir leyendo Salmo 28 – No te hagas el sordo, roca mía