¿Es posible orar siempre?
Orar es siempre posible. Orar es una necesidad vital. La oración y la vida son inseparables.
No se puede despachar a Dios con un par de palabras por la mañana o por la tarde. Nuestra vida debe convertirse en oración, y nuestras oraciones deben hacerse vida. La historia de cada vida cristiana es también una historia de oración, un único y largo intento de unirse cada vez más íntimamente con Dios. Como en muchos cristianos está vivo el deseo de estar siempre junto a Dios en su corazón, recurren a la llamada «oración de Jesús», que es una costumbre antigua especialmente en las iglesias orientales. El orante intenta integrar una fórmula sencilla de oración -la más conocida es «Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mí»- de tal modo en su jornada, que se convierte en una oración constante.