Si Dios es amor no hay nada creado que no sea sostenido y abrazado por una benevolencia infinita. Dios no sólo explica que él es amor, sino que lo demuestra: «Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos».
Ninguna otra Religión dice lo que dice el cristianismo: «Dios es Amor». La fe se apoya en esta palabra, aunque la experiencia del dolor y del mal en el mundo hace dudar a los hombres si verdaderamente Dios es bueno. Va en el Antiguo Testamento Dios comunica a su pueblo, por boca del profeta Isaías: «Porque eres precioso ante mí, de gran precio y yo te amo. Por eso entrego regiones a cambio de ti, pueblos a cambio de tu vida. No temas, porque yo estoy contigo», y añade: « ¿puede una madre olvidar al niño que amamanta, no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvidara, yo no te olvidaré. Mira, te llevo tatuada en mis palmas», Que este lenguaje sobre el amor divino no son palabras vanas lo demuestra Jesús en la cruz, donde entrega su vida por sus amigos.