El destino de 2.500 cristianos pakistaníes está suspendido en un interminable limbo. Huyeron de su tierra natal enfrentando la persecución y encontraron refugio en la moderna ciudad de Bangkok. Presentaron sus solicitudes de protección ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Tailandia con la esperanza de ser escuchados y de obtener un refugio seguro. ACNUR es una gran institución con inmensos recursos, pero les ha fallado, destrozando sus esperanzas.
Según la organización «Puertas abiertas», Pakistán es el quinto lugar más peligroso del mundo para vivir como cristiano. Los cristianos en Pakistán son discriminados diariamente. Los musulmanes a menudo acusan falsamente a los cristianos de cometer blasfemia, utilizando estas acusaciones como una forma de emprender venganzas personales, robar bienes o capturar mujeres cristianas. La ley de blasfemia se ha convertido en una herramienta fácil para que los musulmanes puedan perseguir a los cristianos. Quemar viviendas cristianas, linchar cristianos por turbas enfurecidas y atacar iglesias se han convertido en las aficiones favoritas de los musulmanes radicales. A pesar de esto, ACNUR continúa rechazando la mayoría de las solicitudes de protección de los cristianos, sosteniendo que no sufrirán daños en Pakistán, cuando saben que este no es el caso. La mayor autoridad de refugiados en el mundo, creada con el único propósito de proteger a los refugiados, se ha convertido en el principal órgano internacional que niega esos derechos.
Incluso si a algunos cristianos se les otorgase el estatus de refugiado por parte de ACNUR no serían reasentados en terceras naciones seguras. Decenas de familias cristianas que son refugiados reconocidos todavía están esperando la llamada de ACNUR con las noticias de su reasentamiento, pero esta llamada nunca llega. Entonces, se ven obligados a vivir en un país que no los considera más que inmigrantes ilegales. Viven constantemente bajo el temor de ser atrapados por la policía tailandesa, y llevados al infame Centro de Detención de Inmigrantes, que está atestado hasta el extremo, lleno de personas que padecen dolencias graves, que están llenas de enfermedades y que carecen de asistencia médica, no teniendo ni siquiera analgésicos.
A la comunidad cristiana pakistaní en Bangkok no se le permite trabajar legalmente, ni reciben ningún tipo de apoyo económico por parte de ACNUR, que recibe fondos con el fin de proteger y servir a los refugiados y que proclama ser la organización madre de estos. Sus hijos no pueden ir a la escuela, y 16 cristianos pakistaníes han perdido la vida en Bangkok en los últimos 4 años debido a la falta de asistencia médica.
Además de todo esto las redadas de inmigración constantes vuelven la vida de los refugiados un infierno. Solo en el mes de octubre de 2018, más de 150 cristianos fueron arrestados y llevados al Centro de Detención de Inmigrantes. Aquellos a quienes se les otorgó la libertad condicional son también tratados como criminales y luego son puestos tras las rejas con la amenaza de deportarlos a la tierra que los quiere ver muertos.
El líder de un país cristiano rico está ocupado transportando a musulmanes sirios a un lugar seguro, otros líderes cristianos destacados están revocando la ley bíblica y haciendo campaña por los derechos de los homosexuales, y otros líderes occidentales están protestando por el tratamiento de los Rohingyas musulmanes, pero parece que ningún líder cristiano está dispuesto a observar la terrible injusticia que enfrentan estos cristianos en Tailandia, presumiblemente porque ayudarlos no traerá ningún capital político ni beneficio económico.
¡De hecho, supone una completa pérdida de tiempo y de recursos ayudar a este pequeño grupo de personas que ni siquiera aparece en los periódicos! ¡Merecen ser abandonados y olvidados porque decidieron no fallar a su fe y continuando su adoración a Cristo a cualquier precio! Eso seguramente los convierte en la peor escoria de la tierra.
Sin embargo, aquellos líderes cristianos que ignoran hoy la súplica de estos cristianos vulnerables deben recordar lo que Jesús dijo en los siguientes versos:
Lucas 6:46 – ¿Por qué me llamas ‘Señor, Señor’ y no haces lo que te digo?
Mateo 25: 42-43 – Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; Fui huésped, y no me recogisteis; desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, ó sediento, ó huésped, ó desnudo, ó enfermo, ó en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis á uno de estos pequeñitos, ni á mí lo hicisteis. E irán éstos al tormento eterno, y los justos á la vida eterna.
Si no recordáis estos versículos hoy, podéis estar absolutamente seguros de que Jesús os los recordará en el Día del Juicio.