El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) de Australia ha condenado el anuncio del primer ministro, Malcolm Turnbull, que dice que los refugiados que lleguen en barco a Australia en busca de asilo y que actualmente se encuentran detenidos en Nauru y Papúa Nueva Guinea podrían tener la entrada negada de por vida al País.
Australia envía a países como Papúa Nueva Guinea o Nauru a los inmigrantes que llegan por mar al país o son interceptados en sus aguas territoriales. Allí se han levantado centros donde se procesan sus solicitudes de asilo y solo si se les concede pueden viajar a Australia.
El ministro de Inmigración, Scott Morrison, desató la polémica por su negativa a acoger a los refugiados: “Quienes intentan venir en barco no conseguirán lo que han venido a buscar”. Morrison anunció que los demandantes de asilo “se encontrarán con una cadena de medidas diseñadas para disuadir, interrumpir e impedir su entrada a Australia y su instalación en el país”.