¿Qué dice la Iglesia de la democracia?
La Iglesia apoya la democracia porque, entre los sistemas políticos, es el que ofrece las mejores condiciones para que se realicen la igualdad ante la ley y los derechos humanos. Pero, para ello, la democracia debe ser algo más que un mero dominio de la mayoría. Una verdadera democracia es posible únicamente en un Estado de derecho que reconozca los derechos fundamentales de todos y, en caso necesario, los defienda contra la voluntad de la mayoría.
La historia nos enseña que tampoco la democracia ofrece una protección absoluta frente a los ataques a la dignidad humana y los derechos humanos. Está siempre en peligro de convertirse en la tiranía de la mayoría sobre una minoría. La democracia vive de presupuestos que ella misma no puede garantizar. Por eso especialmente los cristianos deben estar atentos a que no se socaven los valores sin los que una democracia no es duradera.