Pertenece a la plena comunión con la Iglesia católica quien se vincula a Jesucristo en unidad con el Papa y los Obispos mediante la confesión de la fe católica y la recepción de los Sacramentos.
Dios quiso una Iglesia para todos. Por desgracia los cristianos hemos sido infieles a este deseo de Cristo. Sin embargo hoy estamos aún unidos entre nosotros estrechamente mediante la fe y el bautismo común.