Las profesiones de fe son fórmulas sintéticas de la fe, que hacen posible una confesión común de todos los creyentes.
Este tipo de síntesis se encuentran ya en las cartas de san Pablo. La profesión de fe o credo de los apóstoles, de los primeros tiempos del cristianismo, tiene una categoría especial, porque es considerado como el resumen de fe de los apóstoles. La profesión de fe larga o símbolo de Nicea-Constantinopla tiene una gran autoridad, porque procede de los grandes concilios de la Cristiandad aún no dividida (Nicea en el año 325 y Constantinopla en el 381) y hasta el día de hoy constituye la base común de los cristianos de Oriente y Occidente.