El año litúrgico o año cristiano es la superposición del transcurso normal del año con los misterios de la vida de Cristo: desde la Encarnación hasta su retorno en gloria. El año litúrgico comienza con el Adviento, el tiempo de la espera del Señor; tiene su primer punto culminante en el ciclo festivo de la Navidad y el segundo, aún mayor, en la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Pascua. El tiempo pascual termina con la fiesta de Pentecostés, el descenso del Espíritu Santo sobre la Iglesia. Las fiestas de la Virgen María y de los santos jalonan el año litúrgico; en ellas la Iglesia alaba la gracia de Dios, que ha conducido a los hombres a la salvación.